Como buenos cristianos, los ariarenses profesan su fe de muchas maneras y una de las más cotidianas, pero no por esto menos importante, es la celebración dominical de la Eucaristía. Allí se realiza el aprendizaje más grande en este camino hacia el encuentro con Dios, precisamente a través de la reflexión de su palabra. Las parábolas e historia bíblicas representadas, son el compendio de las actitudes, pensamientos y experiencias que todos deben seguir. Congregarse como familia, encontrarse con el vecino, salir al encuentro del otro y alimentarse de la palabra, es un ejercicio de tradición en la región del Ariari.

La parábola fue una de las herramientas con las que Jesús enseñó a su pueblo a seguir los mandatos del Padre. Por sus características literarias facilitaba la explicación de grandes conceptos y así mismo dejaba grandes aprendizajes en quienes las escuchaban de boca del Redentor. Estas parábolas acompañadas de otras historias bíblicas eran esa agua que alimentaba el espíritu. Hoy en día, los pastores de Cristo en la tierra siguen empleando aquellas parábolas e historias para evangelizar y por ende se han constituido como manuales de acción para convertir a los hombres en buenos cristianos. La representación de todos estos textos bíblicos en este mural es un símbolo de la presencia evangelizadora en la comunidad y de su incidencia en el sistema educativo.

Pedro Linares SDB

[1980?]

2,50 X 6,05 cm

Vinilo

Capilla Institución Educativa Agrícola La Holanda (Granada, Meta)